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La verdadera historia del frigorifico Liebig-Anglo

Es uno de los mayores hitos de la era industrial y la investigación en el área gastronómica. Pero no es nada tan alemán como se dice, ni tan inglés como se afirma.

Nuestro investigador Alberto Moroy ubica a los alemanes en su justo inicio... pero no eran aquellos alemanes belicosos de la primera y la segunda guerra mundial. Lo rebautizaron "Anglo" para venderle corned beef a los Aliados... pero los ingleses también estuvieron desde el comienzo, hasta el punto de que los capitales se consiguieron en la Bolsa de Londres. Estos eran ingleses y alemanes industriosos que se llevaban muy bien entre ellos... aunque al parecer le andaban escurriendo el bulto a los voraces recaudadores de impuestos de todos los países.

Por Alberto Moroy

Arriba, la entrada del frigorífico Liebig en 1910. El 6 de julio de 2012 un titulo del diario El Pais decia «El Anglo de Fray Bentos ya es Patrimonio de la Humanidad» Abajo en una parte del texto "El Paisaje Industrial Fray Bentos abarca 275 hectáreas que incluyen la imponente arquitectura del frigorífico Liebigs-Anglo, sus instalaciones industriales, los muelles sobre el río Uruguay, el matadero, las áreas dedicadas al pastoreo, las residencias de jefes y obreros y sus lugares de esparcimiento.

Del autor

Visité el Anglo de Fray Bentos cuando estaba en ruinas, alla por los 90, Incluso recorrí parte de sus instalaciones internas, sin bajarme del auto. Era tétrico, me dio la misma impresión que las ruinas de la Isla de Flores, de la cara opuesta a Montevideo, una década antes. Por lo general los montevideanos desconocemos muchas cosas del interior; esta es una de ellas. No obstante lo que leerán y verán en fotos, les sorprenderá, hasta el punto de que muchos fraybentinos lo desconocen Gran parte del material acá expuesto pertenece al excelente blog cuya direccion (el primero) dejo abajo en los reconocimientos y referencias.

Prólogo

Vale la pena comentar que hoy llamamos Anglo, en realidad comenzó siendo Giebert & Cie en un pequeño «garaje» que perteneció a Richard Bannister Hughes en 1863. En noviembre 1862 Giebert produjo una primera cantidad de extracto de carne, hecha de ganado uruguayo, lo envió al puerto de Amberes, y luego a Munich. Asumiendo como fecha del traspaso al Anglo 1920 y con renovación en 1924 (Anglo Nevera), podemos afirmar que el frigorifico Liebig Extract of Meat Co duro 56 años, mientras que el Anglo en 1968 fue absorbido por la empresa Brooke Bond Tea Co en 1971.Esto significa que entre las dos empresas duro 51 años y otros 8 en manos del gobierno uruguayo, hasta que se cerró la planta.

Buena historia de Richard Bannister Hughes

https://www.richardbannisterhughes.com/

Algunas curiosidades

En 1865 los primeros 800 kilos de extracto llegaron a Europa.
Se requieren 30 kg. de carne para elaborar uno de extracto.
Ese mismo año, el autor francés Julio Verne (1828-1905) publicó una de sus novelas «Voyages», De la Tierra a la Luna (traducido al inglés en 1873). Un pasaje pone el producto Fray Bentos en la ciencia ficción, "tomamos en un descanso del viaje, tres tazas sustanciales de excelente caldo, hecho disolviendo esas deliciosas tabletas Liebig en agua caliente.»

Algunos autores sospechan del modo que se hizo la transferencia del frigorifico alemán a los ingleses en 1920. Sobre todo debido a que, por estar en disputa la primera guerra mundial la fábrica debería estar funcionado a full. Las indemnizaciones de guerra, para Alemania fueron fijadas en 20.000 millones de mar¬cos oro, y alcanzaron a 132.000 millones (1921); Inglaterra se cobró en barcos alemanes lo perdido en mercantes hundidos ¿Habrá sido esto lo que dejo a Frigorífico Liebig sin fletes y embretado para tener que venderlo?

-El profesor von Liebig nunca realizó una visita de trabajo a Uruguay.
-En 1908, 200 000 bovinos fueron sacrificados anualmente,
-Se utilizaban 10 000 toneladas de carbón
-Razas de ganado usadas: Hereford, Highland, Longhorn y. Shorthorn...

Las tierras de cultivo y ganadería en Uruguay ya no eran suficientes. Entonces la empresa Liebig se volvió hacia otros países sudamericanos, como Argentina, concretamente Colón (Entre Ríos) dando origen al pueblo Liebig. También compró ganado y tierras en Paraguay.


Así era en 1865

En 1890 se faenaban entre 1500 y 2500 bovinos diarios

El comienzo de la historia

Fray Bentos Giebert & Co.

En 1840. en Alemania, el químico Justus Von Liebig sistematizó un procedimiento para elaborar extracto de carne mediante ebullición en el vacío, patente que fue luego utilizada por la compañía Liebig's Extract of Meat Company Limited.

George Christian Giebert, era alemán de nacimiento e ingeniero ferroviario de profesión. Estaba a fines de 1860 o principios de 1861 en Montevideo, ya enterado del descubrimiento de su coterráneo Von Liebig. En la capital uruguaya toma contacto con Augusto Hoffman, alemán oriundo de Hamburgo al igual que él, a quien interesa en su propósito de producir en estos lares extracto de carne a partir del procedimiento desarrollado por Von Liebig. Desde Montevideo Giebert le escribe al químico alemán planteándole la idea. Al no recibir ningún tipo de respuesta, quizás por desánimo de Von Liebig ante otra propuesta que juzgaba destinada al fracaso, decide viajar a Huyesen (Hesse, Alemania, a orillas del río Lahn) para insistir en persona.

Meses más tarde Giebert retorna al Uruguay con la autorización y el asesoramiento técnico necesario para realizar pruebas experimentales en "algún sitio" del Río de la Plata.
Giebert tuvo que ir en busca de un lugar adecuado. Tenía que ser una ciudad portuaria en las proximidades de un río, porque se necesitarían grandes cantidades de agua. Necesitaba comprar tierras, ganado y de las máquinas del curso. Él necesitaría personal para cuidar el ganado y la faena. Cuando la lista se hizo "importante", llegaron a un monto de inversiones excesivo, Giebert no podia por sí mismo llevar adelante su proyecto, finalmente encontró un número de personas dispuestas a poner dinero en el proyecto: era el grupo de inversión de Londres Cornelle David, y los hermanos Otto y Georges Gunther de Amberes.

En 1861 Giebert vino a Uruguay, se alojó en la Estancia Nueva Mehlem (Richard y Karl Wendelstadt), en el Depto. de Río Negro. Con Hoffmann vino con el inversor irlandés Charles Lowry (1816, Belfast) Compró el terreno alrededor del puerto natural de la localidad de Villa Independencia, ya usado como tal, por cuanto desde 1852 aproximadamente venía siendo un atracadero de alternativa al puerto de
Gualeguaychú, generando un intenso movimiento comercial.

Georg Giebert tambien convenció a varios pioneros como José Hargain (Vasco Francés), Augusto Hoffmann (alemán), Manuel José Errazquin (oriental, sobrino de Dámaso Larrañaga), Ricardo Bannister, Hughes y hermano (Ingles), George Hodgskin (ingles), comerciantes y hacendados que construyeron la primera dársena el puerto de ultramar en la desembocadura del arroyo Laureles.

Ref. a Ricardo Bannister, Hughes

https://www.richardbannisterhughes.com/Presentacion.pdf

Interesante cronología de la zona

https://sesquicentenario.wordpress.com/cronologia-de-hechos/

.El puerto natural por su calado ofrecía muchas oportunidades para el suministro de carbón y maquinaria, y para la posterior exportación de extracto de carne. La presencia de grandes cantidades de agua pura era ahora sólo esencial.

En noviembre 1862 Giebert produjo una primera pequeña cantidad de extracto de carne hecha con ganado uruguayo. Este cargo fue enviado al puerto de Amberes, y luego a Munich. Y von Liebig (Justus), Pettenkofer (Joseph) analizaron el producto de la calidad de la carne, el contenido de sal y peptona (polipéptidos formados durante la degradación enzimática de proteínas). Los dos científicos estaban especialmente satisfechos con el resultado. El extracto de carne era de excelente calidad, Von Liebig entusiasta, atribuía al hecho la salud del ganado en América Latina. Los rebaños tenían allí suficiente espacio para pastorear. Lo que preocupaba era la luz verde para comenzar la producción a escala industrial.

.En 1863 se llegó a un acuerdo entre Giebert Hoffmann Lowry y Hughes por la Société de Fray Bentos Giebert & Cie nació en un pequeño «garaje» que perteneció a Hughes. La construcción de una planta podría comenzar. Villa Independencia tenía muchas ventajas, pero ¿habría suficiente trabajadores especializados en Uruguay para instalar una fábrica? Tambien habia que pensar en importar la maquinaria necesaria. Fue la firma británica McClelland y Millwall de Glasgow la encargada de importarla.

Acciones Londres

Un año después, a partir 4 de diciembre 1865, fueron trasladados a la Bolsa de Valores de Londres, cuando el corazón comercial del mundo era Gran Bretaña. En el nombre de la empresa se convirtió en Liebig Extract of Meat Co. o simplemente Lemco. Las máquinas fueron terminadas y enviadas en 1866. Toda la planta estaba en funcionamiento en 1867.

Sala de calderas / Extracción del jugo de carne

1900

1913 (Conmemoracion de los 50 aniversario)

Distintas publicidades por el mundo

¡Marketing de Liebig! Increible para la epoca

Liebig cards 1873 1890

https://www.flickr.com/photos/44841559@N03/sets/72157625959106900/detail/?page=10

https://lagalenadelsur.wordpress.com/2014/05/29/storia-dei-telegrafo-marconi-cromos-de-liebig/

https://ciaffi.wordpress.com/2011/04/05/cuando-habia-figuritas-liebig/

https://www.old-print.com/cgi-bin/item/G2761890535/search/24-Print-1890-Cattle-Fray-Bentos-Liebig-Meat-America-Snow-Shoes-535G276

Final de Liebig Cie. y comienzo del Anglo

Para la compañía Liebig Cie. (Lemco) en Europa, las cosas se pusieron difíciles Liebig trato de venderle extracto de carne y cubitos de caldo a los aliados, pero el nombre y los prestamistas eran los alemanes. Este hecho ha causado todo tipo de tensiones subyacentes. En 1924 fue comprado por el Vestey Group Ltd de Liverpool.

Cambiaron el nombre del sitio por Frigorífico Anglo del Uruguay o simplemente Anglo. La elección del nombre de Anglo tiene un claro mensaje de enviar al mundo: esto no es una empresa alemana, y si una posesión británica.

Orígenes del Anglo

La compañía tiene sus orígenes en el Liverpool, con la familia Vestey, originaria de esa ciudad, Ellos desarrollaron un magnífico negocio con la carne comenzando con los hermanos William Vestey (1859-1940) y Edmund Vestey (1866-1953). En 1883 William, entonces de 24 años, fue enviado a Chicago en los Estados Unidos en los que la familia construyó una fábrica de "corned beef», para utilizar la amplia disponibilidad de carne.

.En 1890 fue invitado a viajar a Argentina para la prospección del mercado. Después se establecieron almacenes en Hull y Glasgow y luego expandirse a otros países, establecido almacenes frigoríficos en Moscú, San Petersburgo, Vladivostok, Riga, Nueva York y Johannesburgo. Pionero de negocios, con la importación de carne fría de América del Sur y también llevó a cabo importaciones procedentes de Australia y Nueva Zelanda. En 1914 inauguró un frigorífico matadero de Bullocky Point, Darwin (Australia), que pasó a producir y exportar principalmente cordero a Inglaterra.

.En ese momento el cordero era muy barato en Australia y tuvo grandes ganancias. En 1915 adquirió el «Frigorífico Las Palmas" en Zárate, a orillas del río Paraná, en Argentina, Entre 1908 y 1920 los hermanos Vestey también adquiridos granjas y mataderos en Venezuela y Australia, además de la construcción de nuevos almacenes frigoríficos en Nueva Zelanda, Argentina y Madagascar.

En 1915, debido a la presión de las autoridades tributarias británicas al mando de David Lloyd George (1863-1945) para prevenir la evasión fiscal (se sospechaba la sociedad del Grupo), la sede de la empresa fue trasladada provisionalmente a Buenos Aires, escapando así del pago de impuestos en el Reino Unido.

En 1920 adquirieron el «Frigorífico Liebig 'de Fray Bentos en Uruguay,. Fue renovado en 1924 y con el nombre de 'Anglo Nevera', así como la producción de extracto de carne y 'corned beef', pasó a producir una amplia variedad de carne enlatada que fue enviada a Europa y los Estados Unidos en el anexo del puerto fábrica.

Frigorífico Anglo - Primera Parte

Museo de la revolución industrial- Fray Bentos_2012

En Buenos Aires

En 1927 se radicó en Buenos Aires (Dock Sud) el frigorífico más grande en el mundo en ese momento también llamado 'Frigorífico Anglo «.
En 1930, el Grupo tenía 30.000 empleados en todo el mundo En 1934, se creó un comité del Senado de la Nación y debido a los informes de los agricultores se inició una investigación sobre las actividades de frigoríficos extranjeros instalados en el país. Listo, todos se negaron a proporcionar información y la Comisión la tuvo que conseguir por la fuerza.

.Lisandro de la Torre pidió y logró el arresto del empresario inglés como extrema forma de presión, para que éste presentara la documentación solicitada. Estuvo preso varios días hasta que se comprometió a pedir a la casa central de Londres las planillas. Desde Londres, Lord Edmundo Veste, dio "su palabra de caballero inglés" de que la documentación sería enviada de inmediato a Buenos Aires. Las autoridades locales liberaron a Tootell pero las planillas del caballero inglés nunca llegaron.
Continúa...

https://www.elhistoriador.com.ar/articulos/decada_infame/lisandro_de_la_torre_y_el_debate_de_la_carne.php

Fueron una de las primeras empresas a introducir la refrigeración en sus tiendas. En su apogeo podían procesar 5.000 cabezas de ganado al día. El objetivo era que nada se desperdiciara. La carne se exportaba refrigerada, junto con los despojos y cueros. Incluso la producción de insulina como un subproducto para los diabéticos En la década de 1940 se alcanzó el máximo con aproximadamente 5.000 empleados. Las transacciones comerciales se llevaron a cabo a partir de un edificio de 5 plantas. En un momento, produjeron más de 200 tipos diferentes de comida entre carne y verduras, mermeladas e incluso dulces.un texto aquí...

Rodrigo Morales Bartaburu

A

De Fray Bentos a Santa Elena; de Liebig`s a Kemmerich (1era. Parte)

Los ingentes avances científicos del siglo XIX en el campo de la química orgánica dieron lugar a la aparición de numerosas ciencias conexas, entre ellas la microbiología. Su desarrollo permitió conocer con cierto grado de exactitud los procesos bacteriológicos que provocan la descomposición de los alimentos, lo que a su vez proporcionó un decidido impulso a la búsqueda de nuevos sistemas para conservar la carne. Éstos resultaban indispensables para poder abastecer con ese producto a Gran Bretaña, primer país industrializado del mundo, que desde la segunda mitad del siglo XIX mostraba un cada vez más irreversible déficit de suministro, que se agudizaba año tras año. Las cifras en este sentido resultan contundentes: el consumo británico de carne por persona pasó de 36 quilos anuales en 1840 a 60 quilos a fines del siglo XIX.(1) Apremiadas por las necesidades apuntadas pero también ante la posibilidad de que la explotación comercial de algún novedoso sistema de conservación de la carne pudiera transformarse en un lucrativo negocio, las investigaciones se intensificaron. La magnitud del fenómeno queda expuesto con toda claridad en la cantidad de patentes de invención otorgadas en ese rubro en el Reino Unido: 11 en la década de 1850; 30 en la de 1860 y 56 únicamente entre 1870 y 1874.(2)MÉTODOS DE CONSERVACIÓN DE LA CARNE
Por la acción que los métodos de preservación ejercen sobre las características organolépticas de la carne podemos clasificarlos en dos grandes grupos: 1) Los que modifican sus condiciones naturales provocando transformaciones químicas.2) Los que mantienen relativamente inalterables sus cualidades esenciales (sabor, textura, aroma y color), apelando para la conservación del producto sólo a cambios físicos.LAS CONSERVAS
Durante la década de 1860 se descubrieron varios procedimientos para conservar carne vacuna introduciendo cambios químicos en el producto. Muy activos en el rubro, los británicos desarrollaron -entre otros- el sistema Morgan de embalsamamiento de la res, el de Medlock y Bailey en base a óxido de calcio, el Sloper de conservado en latas y el de Jones de envasado al vacío. Por su parte en Alemania, el químico Justus Von Liebig sistematizó un procedimiento para elaborar extracto de carne mediante ebullición en el vacío, patente que fue luego utilizada por la compañía Liebig's Extract of Meat Company Limited. Thomas J. Hutchinson, cónsul inglés en Rosario (Argentina), hizo en 1868 una minuciosa y detallada descripción de las empresas de capital extranjero instaladas en el Río de la Plata dedicadas a la elaboración de carne conservada. Exceptuando los saladeros que producían el tradicional tasajo y la fábrica Liebig's de Fray Bentos, Hutchinson sólo da cuenta de dos experiencias británicas de relativa magnitud, ambas situadas en la costa oriental del río Uruguay: una al norte del departamento de Paysandú en el saladero de los hermanos Daniel y Richard Williams, y otra en la cercanía de Nueva Palmira -confluencia de los ríos Paraná y Uruguay, quilómetro cero del Río de la Plata- en el establecimiento propiedad de la Prange Estancia Company Limited. En 1865 en el saladero de los Williams se realizaron pruebas con el sistema de embalsamamiento ideado por John Morgan, profesor de anatomía del Royal College of Surgeons de Dublín (Irlanda del Sur), también denominado de "infiltración forzada". Ese año los hermanos Willams exportaron 227 toneladas de carne procesada por ese método al puerto inglés de Liverpool. Sin embargo, el procedimiento presentaba un sinfín de inconvenientes técnicos y el producto era de una calidad tan inferior, que en marzo de 1867 cuando el cónsul Hutchinson en persona visitó el establecimiento, ya había dejado de elaborarse.Realizada por la misma época que la anterior pero a partir de la fórmula de conservación creada por Henry Medlock y William Bailey, consistente en tratar la carne del vacuno con una sustancia en base a bisulfato de óxido de calcio, la experiencia en la estancia de Prange tampoco obtuvo mayor éxito. La producción se abandonó casi de inmediato, sin haberse logrado en ningún momento volúmenes significativos de fabricación.(3) Otros emprendimientos británicos a los que Hutchinson no hace referencia por ser posteriores a la publicación de su libro fueron Mbopicuá y Colón. Mbopicuá estaba situado cerca de donde hoy se yergue la cabecera uruguaya del puente internacional General San Martín, que une las localidades de Gualeguaychú y Fray Bentos. Girando bajo la denominación The River Plate Presure Meat Preserving Company Limited, la firma se constituyó en 1870. Ese mismo año adquirió la estancia Los Bopicuaces (o Mbopicuá), de una extensión de 3.400 hectáreas, pero recién dio inicio a las faenas en enero de 1875 al culminarse las obras edilicias y el montaje de la planta industrial. Con una importante inversión valorada en 100.000 libras esterlinas, la fábrica podía procesar 400 vacunos diarios e incluía, entre otras cosas, fuerza motriz de 180 caballos, usina a gas y 8 prensas para carne de 12 toneladas cada una con sus respectivas calderas.The River Plate Presure Meat Preserving Company Limited utilizaba para conservar la carne el sistema de vacío ideado por Richard Jones. La empresa estuvo envuelta en dificultades de todo tipo desde el inicio mismo de las actividades, que la presencia muy próxima de Liebig's Extract of Meat Company Limited -ya convertida en un gigante monopólico- agudizó aún más de manera intencional y deliberada. Ante el atraso en el pago de sueldos, jornales y proveedores, en julio de 1878 una resolución del Juzgado de Fray Bentos declara la quiebra de The River Plate Presure Meat Preserving Company Limited. Después de una serie de infructuosos intentos de salvataje, a principios de la década de 1880 los activos fueron adquiridos por la Liebig's, que habiendo alcanzado el objetivo de hacer desaparecer ese atisbo de competencia, desmontó las instalaciones industriales y sólo utilizó los galpones a modo de depósito. Por su parte el establecimiento de Colón, emplazado en la margen occidental del río Uruguay unos pocos quilómetros al norte de la homónima localidad de la provincia de Entre Ríos, comenzó a producir carne conservada en 1878. A partir de un saladero fundado por Apolinario Benítez a comienzos de la década de 1860, Juan O' Connor y Tomás Davinson -de ascendencia irlandesa el primero e inglesa el segundo, aunque probablemente ambos nacidos en Montevideo- desarrollaron The Meat Preserving Company Limited, también conocida como Sociedad Argentina de Carnes Conservadas, con un relativamente exiguo capital declarado de 14.000 libras esterlinas. En 1903 la empresa será absorbida por Liebig's Extract of Meat Company Limited para construir allí la denominada Fábrica Colón, que en pocos años desplazará en importancia a su similar de Fray Bentos.LA FRIGORIFICACIÓN
El otro tipo de método de conservación de la carne tuvo un desarrollo acelerado desde la segunda mitad de la década de 1870. En 1876 una empresa gala dispuesta a explotar comercialmente el invento del ingeniero francés Charles Tellier (1828-1913), consistente en conservar las carnes frescas dentro de cámaras mantenidas a 0 grado C por una corriente de aire seco enfriado, envió en viaje experimental al Río de la Plata el barco Le Frigorifique, equipado con ese sistema. Con medias reses vacunas en su bodega, la nave zarpó del puerto normando de Rouen el 20 de setiembre de 1876 arribando, tras un viaje algo accidentado, a Montevideo el 23 de diciembre y a Buenos Aires dos días más tarde. Si bien su viaje a las capitales del Plata y el de retorno a Francia con carne argentina no fueron del todo satisfactorios, indubitablemente el acontecimiento marcó el comienzo de una nueva era en el comercio de carnes entre la Argentina y los mercados de ultramar, entonces limitado al tasajo, el extracto o el ganado en pie.Menos de un año más tarde otro vapor, Le Paraguay, equipado con un sistema de refrigeración reformado (el método Carré-Julien de congelamiento a -30 grados C) descargó en Buenos Aires carne procedente del puerto de Marsella (Francia), y a diferencia del primer ensayo, ésta ahora llegó en óptimas condiciones.(4)Alentados por la buena experiencia los empresarios franceses constituyeron L'Alimentation, una sociedad anónima que preveía construir una serie de vapores frigoríficos para dedicarlos al transporte de carne entre el Río de la Plata y Francia. No obstante, por falta de apoyo inversor en el país de origen el proyecto naufragó. Retomada la idea por capitalistas británicos, éstos arman el vapor Strathleven, que en febrero de 1880 descarga en Londres las primeras 40 toneladas de carne ovina congelada provenientes de Australia, quedando así oficialmente establecido el comercio entre la metrópoli y sus dominios de Oceanía. Esta nueva modalidad de conservación de la carne que abría perspectivas de mercado inimaginables hasta entonces, impactó fuertemente en autoridades y sectores allegados a la producción ganadera de ambas márgenes del Río de la Plata.El gobierno uruguayo y la Asociación Rural del Uruguay (ARU) enviaron a Buenos Aires una delegación para constatar las bondades del novísimo sistema instalado en Le Paraguay. En el informe que elaboraron para las autoridades orientales, los delegados Guillermo White y Pedro Arata señalaban que luego de examinar la carne que se encontraba en los depósitos del barco "y de aquella que ya había sido sacada el día anterior para que nosotros pudiéramos inspeccionarla, se nos sirvió un almuerzo durante el cual pudimos saborear las carnes conservadas por el sistema de 'El Paraguay' y que habían sido preparadas de diferentes maneras".(5) Tras enumerar los distintos platos degustados, los uruguayos concluían que (las carnes) "no presentaban ni al gusto ni a la masticación, ninguna diferencia con la carne fresca".(6) Y por las dudas agregaban: "Esta experiencia fue repetida al día siguiente con la misma carne y siempre con idéntico resultado".(7) Habituados a coexistir con la "viveza criolla", los delegados orientales desconfiaron de la rectitud de los franceses justificando así la curiosa reincidencia: "Hacemos observar que quisimos realizar esta segunda prueba para convencernos que no nos habían engañado en la primera".(8) Por su parte la Sociedad Rural Argentina (SRA) también produjo un extenso y detallado informe. Firmado por Alfredo Birabén y Federico Terrero, sus conclusiones expresaban: 1) Que el aspecto de la carne congelada de "El Paraguay" es como petrificada mientras que la de "Le Frigorifique" tenía aspecto más bien de momificada, algún poco desecada y con un barniz exterior producido por la aplicación constante y directa de un aire frío y seco. 2) Que la vista de la carne de "El Paraguay', una vez descongelada es absolutamente semejante a la de la carne procedente de un animal recién muerto (salvo el caso de un minucioso examen hecho con instrumento de aumento) y que cualquier consumidor la confundiría con la carne fresca. 3) Que su gusto no difiere en nada del gusto natural y que mismo un consumidor desprevenido sería incapaz de diferenciarla, salvo en el sabor especial, diferente de la carne europea, provocado por la clase de alimentación de los animales y por la edad en que ellos son muertos.4) Que la facilidad con la cual una vez congelado, se le puede embarcar en una bodega apropiada, es bien superior al medio incómodo de suspenderla sobre soportes o ganchos, dejándola forzosamente -mientras dura esta última operación relativamente larga como sucede en el sistema Tellier- el pasaje a una temperatura peligrosa en verano, única estación donde hasta aquí la muerte de los animales bovinos gordos, es práctica. 5) Que esta forma de acarreo, debe disminuir, a lo menos, de un tercio el local ocupado por el cargamento; disminuyendo, por consecuencia el flete y el local frío necesario a una misma cantidad de carne, lo que se traduce por un abaratamiento en los gastos de transporte. 6) Que los gastos de producción de frío parecen ser tan reducidos sino más, por el empleo del amoníaco que por el éter metílico, el primero teniendo todavía esta ventaja que no ofrece peligro en su manipulación. 7) Que la carne antes de descongelarse tarda un tiempo suficiente para ser transportada en vagones isotérmicos, como muchos de los que existen en Europa para el envío de productos alimenticios, lo cual permite llevar a los mercados de mayor consumo por muy alejados que estén de los puertos. 8) Que, por consecuencia, parece fuera de duda que ha llegado el momento de ocuparse activamente y prácticamente de preparar materia alimenticia a entera satisfacción de los consumidores europeos, en la certeza que ella vendrá a un precio suficientemente remunerador para cubrir anchamente los gastos de producción en nuestro país y favorecer eficazmente el gran desarrollo de su riqueza.(9) Como se desprende de la trascripción, los delegados de la aristocrática, poderosa e influyente Sociedad Rural Argentina (SRA) arribaban a claras y contundentes conclusiones, coincidentes por otra parte con la de sus pares de la otra ribera del Plata. Pero el carácter premonitorio del último numeral al señalar el derrotero que debería adoptar la Argentina ante la oportunidad que se presentaba, merece que nos detengamos un instante. Agudos, lúcidos y con gran visión de futuro, Biraben y Terrero no solamente aciertan en el diagnóstico de la nueva realidad sino que de inmediato avizoran las extraordinarias posibilidades que el comercio de carne congelada con los mercados de ultramar le abrían al país, y en particular a los sectores involucrados en la producción ganadera. Al amparo de este nuevo escenario los establecimientos dedicados a la industrialización de carne evolucionarán del rústico saladero fabricante de tasajo al sofisticado frigorífico elaborador de carne congelada, pasando por los complejos fabriles productores de extracto o carne conservada.En la década de 1880 las transformaciones se habrán de plasmar.PRECEDENTES FUNDACIONALES DE LA PRIMERA PLANTA DE EXTRACTO DE CARNE EN ARGENTINA
Al amparo de los cada vez más abultados déficit de suministro de carne que desde la segunda mitad del siglo XIX evidenciaba el mercado británico, los nacientes métodos de transformación y preservación saltaron precipitadamente del ámbito experimental del laboratorio a la fase de producción industrial. En este contexto, a comienzos de la década de 1860 empiezan a radicarse en el Río de la Plata emprendimientos industriales de capital extranjero dedicados a la elaboración de productos cárnicos en base a las nuevas tecnologías disponibles. Sin embargo, en un hecho curioso que creemos merecería ser estudiado con mayor detenimiento, en la etapa inicial casi todos se instalan en suelo oriental. El primero de importancia de la Argentina fue establecido recién en 1880. Propiedad de la Compagnie des Produits Kemmerich, Sociedad Anónima de Amberes, se asentó en Santa Elena, pequeña localidad del departamento La Paz (provincia de Entre Ríos), en la margen izquierda del río Paraná. Pero para indagar los orígenes de esta empresa debemos retrotraernos más de dos décadas en el tiempo y remitirnos a ciertos hallazgos del científico alemán Justus Von Liebig (1803-1873) y a la fábrica que se instaló en la costa oriental del río Uruguay para producir extracto de carne de acuerdo al proceso por él ideado.JUSTUS VON LIEBIG Y GEORGE CHRISTIAN GIEBERT
Hacia 1855 en su laboratorio de Giessen -ciudad alemana cercana a Frankfurt-, Von Liebig había obtenido un concentrado proteico especialmente apto para el consumo humano tras someter carne vacuna a una serie de complejos procesos de cocimiento, filtrado y evaporación. Empleado en el tratamiento de personas débiles o en recuperación, el producto se comercializaba con éxito en la Farmacia Real de Munich, si bien a causa de su elevado precio el consumo queda circunscrito a un muy pequeño y selecto grupo de personas. El desmedido importe del "extractum carnis" no era atribuible al eventual costo industrial de fabricación sino al significativo valor que ya por entonces tenía el ganado vacuno del viejo continente. Esta situación que inviabilizaba cualquier tentativa de producción masiva en Europa había desalentado los proyecto trazados por Von Liebig y sus colaboradores en ese sentido.(10)En aquel momento aparece en la escena sudamericana George Christian Giebert. ¿Quién es este personaje que habrá de tener tan destacada actuación en el proceso constitutivo de la moderna industria cárnica del Río de la Plata?Alemán de nacimiento e ingeniero ferroviario de profesión, terminando la década de 1850 lo encontramos en Brasil, presumiblemente contratado por alguna empresa británica para estudiar el tendido de una línea de ferrocarril. Poco tiempo después -fines de 1860 o principios de 1861- está en Montevideo, ya enterado del descubrimiento de su coterráneo Von Liebig. En la capital uruguaya toma contacto con Augusto Hoffman, alemán oriundo de Hamburgo al igual que él, a quien interesa en su propósito de producir en estos lares extracto de carne a partir del procedimiento desarrollado por Von Liebig. Desde Montevideo Giebert le escribe al químico alemán planteándole la idea. Al no recibir ningún tipo de respuesta, quizás por desánimo de Von Liebig ante otra propuesta que juzgaba destinada al fracaso, decide viajar a Giessen para insistir en persona. La gestión rinde fruto positivo: meses más tarde Giebert retorna al Uruguay con la autorización y el asesoramiento técnico necesario para realizar pruebas experimentales en "algún sitio" del Río de la Plata. En principio los ensayos se iban a realizar en un saladero ubicado en Paso Molino, alrededores de Montevideo, pero a instancias de Augusto Hoffman se hacen en el establecimiento que Richard Hughes tenía pocos quilómetros al sur de Fray Bentos (entonces denominada Villa Independencia). Aunque las pruebas resultaron exitosas desde todo punto de vista, ratificando así la viabilidad fáctica del emprendimiento, Giebert no era un hombre de fortuna y por tanto carecía de suficiente patrimonio como para montar una planta industrial con las exigencias técnicas requeridas para producir extracto en cantidad con calidad. Ante esa circunstancia en 1863 regresa a Europa en busca de inversionistas. En Amberes (Bélgica), y con el apoyo de un grupo de comerciantes de esa plaza encabezados por Corneille David y los hermanos Otto y George Gunther, se formaliza la Société de Fray Bentos, Giebert et Cie.Vuelto Giebert a Fray Bentos, la nueva sociedad adquiere a Hughes -en 25.000 libras esterlinas- el saladero en el cual se habían realizado las pruebas experimentales y aproximadamente 2.500 hectáreas de tierras contiguas que formaban la estancia La Pileta.Acondicionando con ingenio a los inéditos requerimientos productivos las precarias instalaciones industriales, tan sólo un año más tarde éstas resultaban insuficientes ante una ávida demanda europea que parecía no tener fin.CONSTITUCIÓN DE LIEBIG'S EXTRACT OF MEAT COMPANY LIMITED
Frente a la nueva contingencia, en 1865 Giebert decide regresar a Europa. Pero el suceso de venta del extracto de carne lo hace ser más ambicioso; su plan ahora es conformar un grupo inversionista sólido y poderoso capaz de construir un gran establecimiento fabril apto para satisfacer la totalidad de la demanda generada. A través de los importantes contactos que sus socios de Amberes tenían en Inglaterra, consigue interesar inversores de la city de Londres. Allí, en diciembre de 1865, con un capital accionario integrado de 500.000 libras esterlinas, excepcional en la época para el Río de la Plata, se constituye la sociedad Liebig's Extract of Meat Company Limited, "la primera experiencia del gran capitalismo mundial"(11), que absorbe los activos de Giebert et Cie. A principios de 1866 mientras el propio Giebert dirige en la metalúrgica Milwall & Co. de Glasgow (Escocia) la construcción del nuevo equipamiento industrial a instalarse, en Fray Bentos se levantan los galpones y demás edificaciones que habrán de darle cabida. Luego de un período de prueba y adaptación, en 1870 con la faena de más de 100.000 reses vacunas la fábrica estará en pleno funcionamiento. También por esa época comenzarán los primeros roces y desavenencias entre George Christian Giebert, nombrado gerente general de operaciones de la empresa en el Río de la Plata, y el directorio radicado en Londres.LIEBIG'S Y GIEBERT: DIVERGENCIA Y CRISIS
Todas las referencias que poseemos de Giebert nos muestran un individuo entusiasta, siempre dispuesto a encarar metas desafiantes, dotado de un ambicioso y arriesgado espíritu empresarial que lo llevaba a concebir permanentes planes de expansión de las actividades. Percibiendo el volumen y desarrollo que adquirían los negocios, la magnitud de las zafras en constante crecimiento y la solidez que año tras año alcanzaba la empresa, Giebert creyó que había llegado la hora de concretar sus propósitos. Para ello tenía un par de ideas muy concretas: 1) Expandir la esfera de acción de Liebig's a la Argentina, Brasil y Paraguay instalando en esos países plantas industriales.2) Integrar verticalmente las actividades a partir de la adquisición de estancias.

Siendo imposible concretar ambos proyectos a la vez por cuestiones logísticas y financieras, a principios de 1870 Giebert se decide a impulsar en primer término el segundo ítem. Conforme a su visión, las estancias de la empresa sistematizarían la productividad industrial y posibilitarían optimizar la capacidad de faena diaria, dado que al tener ganado propio en campos cercanos la operativa fabril no quedaría supeditada al arribo de tropas provenientes de lugares apartados o de difícil acceso. Convencido de las bondades de la idea emprendió una agresiva política de compra y arrendamiento de campos, la mayoría relativamente próximos a la planta industrial de Fray Bentos, los que pobló con ganado.Más cauteloso en el encare de los negocios y acaso temiendo verse en aprietos financieros que impidieran otorgar buenos dividendos en efectivo a los accionistas europeos, el directorio de Londres conminó a Giebert a modificar el accionar al respecto. Pero en 1872, tras advertir que no había signos de rectificación, "el directorio radicado en Inglaterra prohibió a Giebert la compra de más campos, y éste debió retroceder en sus propósitos de seguir adquiriendo estancias".(12) La fuente, inobjetable por tratarse de una publicación oficial de la empresa, corrobora hasta qué punto se había deteriorado la relación entre Londres (el English Board) y el gerente general en el Río de la Plata.De todas maneras la crisis por el momento no haría eclosión; una serie de acontecimientos fortuitos -e infortunados en verdad- la postergaron. En abril de 1873 en Munich (Alemania) muere Justus Von Liebig y en marzo del año posterior lo mismo ocurre en Fray Bentos (Uruguay) con George Christian Giebert.El fallecimiento de Giebert colocó en una comprometida relación contractual a los familiares directos que se desempeñaban en Liebig's Extract of Meat Company Limited: el hijo, ingeniero Walther Giebert , y el yerno, doctor Eduardo Kemmerich, cónyuge de Helena, la hija primogénita. Nacido en Alemania, el doctor Eduardo Kemmerich había llegado a la fábrica de Fray Bentos en 1870 contratado por Liebig's para ocupar el cargo de médico de la empresa. Científico de relativa notoriedad en la época, profesor de Terapéutica en la Facultad de Medicina de Montevideo, cofundador de su biblioteca y rector en el período 1878-1879 de esa alta casa de estudio(13), al poco tiempo de haber arribado a Fray Bentos comenzó a ocuparse de los aspectos técnicos de la producción de extracto de carne, probablemente a sugerencia de su suegro ante la carencia de formación académica de éste en temas vinculados a la naciente ciencia de la alimentación. Tras la muerte de Giebert en 1874, Kemmerich es designado por el directorio de Londres como gerente de la planta de Fray Bentos. Es factible que el nombramiento procurara apaciguar las discrepancias de política empresarial mantenidas hasta entonces entre la dirección radicada en Inglaterra y la gerencia en Sudamérica. Ignoramos las razones por las cuales éstas no se recompusieron, pero eso en efecto fue lo que aconteció. En 1876 Kemmerich es desplazado del cargo y en su lugar nombrado Charles H. Croker, un inglés de pura cepa. Más tarde, entre 1877 y 1878, se produce la definitiva y total desvinculación de los herederos de George Christian Giebert de la empresa Liebig's. Con algo de capital propio fruto de la venta de las acciones de Liebig's que les correspondió por sucesión, pero muchísimo más importante, con el genuino y probado "know-how" de la elaboración del requerido extracto de carne en sus maletas, en 1879 Eduardo Kemmerich y su cuñado Walther Giebert resuelven montar en la Argentina una fábrica análoga a la de Fray Bentos.quí comienza tu texto. Puedes hacer clic en este punto y empezar a escribir. Sed ut perspiciatis unde omnis iste natus error sit voluptatem accusantium doloremque laudantium totam rem aperiam eaque ipsa quae ab illo inventore veritatis et quasi architecto beatae vitae dicta sunt explicabo nemo enim ipsam voluptatem.